miércoles, 10 de junio de 2015

Alquería Falcó

No me voy a mojar, ni una palabra más ni una palabra menos de lo que dice la ficha del CATÁLOGO DE BIENES Y ESPACIOS PROTEGIDOS DE NATURALEZA RURAL, referida a la Alquería de Falcó.
Leyendo y viendo se puede constatar la inutilidad de las palabras cuando no van acompañadas de hechos.


"DESCRIPCIÓN Y REFERENCIAS HISTÓRICAS
La alquería de Falcó es el ejemplo por excelencia del clasicismo en la arquitectura rural valenciana. Su volumen potente, sus grandes masas, la manera de construir los distintos cuerpos y de disponer sus fábricas, la estabilidad formal en la construcción de la cubierta y por tanto en la definición del sólido que define la arquitectura, la torreta, la elegantísima puerta, además de los elementos epidérmicos que enfatizan la forma: sus esferas y pináculos a la manera herreriana, o tan valenciana como los que podemos encontrar en el pretil del Puente del Real en Valencia, además de la manera de estructurar las diversas viviendas que incluye una alquería señorial en el XVII, serán los temas básicos de este ejemplo de alquería en el tiempo, que en su día ya representó a la “alquería valenciana” en el panorama cultural español.

La alquería en el tiempo:

La Alquería que hoy encontramos nos muestra un ejemplo de la arquitectura de la casa señorial valenciana del S. XVII, donde la manera de construir los distintos cuerpos y de disponer sus fábricas, siempre en paralelo a fachada, es una constante ya establecida en la cultura rural valenciana desde el siglo anterior, aunque la configuración de sus volúmenes y la definición de sus lienzos de pared nos sitúan frente a ese barroco sobrio ya la vez muy valenciano, con referencias a la arquitectura culta y sin desligarse de las cualidades que lo rural implica en estas arquitecturas, valorando especialmente la sobriedad en las formas, la austeridad en los materiales y por supuesto el carácter de utilidad.

La alquería comprende un conjunto de cuerpos de construcción entre los cuales hay que distinguir dos edificios principales, posiblemente de construidos en época distinta, pero con un tratamiento arquitectónico en volumen y fachadas que intenta dar uniformidad al conjunto. Los muros portantes de desarrollo longitudinal a fachada, presentan una discontinuidad en su fábrica y los posteriores a fachada, también en su trazado, que nos evidencian épocas distintas de construcción. La medianería entre ambos, separa las distintas fábricas y trazados.

Ello nos puede apoyar la idea de una fuerte remodelación a finales del siglo XVII, que incluso construyera cuerpos nuevos de edificación, a la vez que remodelaba las fachadas y levantara elementos como la puerta principal, manteniendo en cambio antiguas fábricas y estructuras.

De la lectura de las fábricas se desprende que los muros mas antiguos corresponden a los cuerpos de construcción recayentes hacia la parte Este, con fábricas que se pueden situar en el entorno de los siglos XV o XVI, en cambio las fábricas de la parte Oeste, son mas modernas y coinciden con las fechas de finales del XVII que aparece en la Puerta.

Encontramos en la actualidad dos viviendas independientes, que evidentemente responderían al clásico esquema de la alquería señorial de esta época, con una casa principal con vivienda para caseros y propietarios, mas la casa anexa al mundo agrario donde tiene su vivienda en planta baja el administrador o encargado de la explotación anexa a la alquería".

Evidente que el cuidado prestado a nuestro patrimonio ha adolecido de la atención merecida durante este último cuarto de siglo.




























Mi curiosidad
Muchas veces pasando por el Bulevar Norte a la altura de la alquería, me he preguntado por la utilidad y razón de esa alta y fea torre adosada de forma impropia a tan magnífico y abandonado edificio del siglo XVII. Llegados a este punto he de confesar mi ignorancia así que me puse a buscar y encontré a las primeras de cambio que se trata de una torre, sin valor arquitectónico ni estético, construida en el siglo XX para la fabricación de perdigones, desconocedor de este tema relacionado con las armas y la fabricación de munición seguí buscando y encontré esto:
Hasta finales del siglo XVIII los perdigones se hacían con moldes o arrojando gotas de plomo derretido en barriles de agua. La primera técnica, la de derretir plomo y echarlo en moldes con la forma del perdigón era muy lenta y por lo tanto muy costosa. La de arrojar gotas de plomo a un barril de agua no producía perdigones suficientemente esféricos. A William Watts, de Bristol, se le ocurrió una forma nueva de hacer perdigones, baratos y perfectamente redondos. La idea es genial por lo sencilla.
En la parte alta de la torre se pone un horno para fundir el plomo. Una vez fundido se echa en una especie de cedazo metálico, el plomo pasa por los agujeros y entonces viene la genialidad, en caída libre los cuerpos no pesan y sin peso se agrupan formando una esfera. Aunque al salir del «colador» las gotas tuvieran una forma alargada, al caer durante muchos metros adquiere una forma esférica perfecta las aperturas laterales de la torre hacen que se vaya enfriando el plomo, abajo hay una «piscina» con agua fría que hace que los perdigones se solidifiquen inmediatamente con su forma perfecta.
Nunca te acostarás sin saber una cosa más, al menos hay que intentarlo.




3 comentarios:

  1. Muy interesante, pero tengo curiosidad por el nombre del propietario: Falcó, teniendo en cuenta que un falcó del S. XVIII, compró la baronía de Benifayó, inaugurando una saga que derivó en un palacete en S. Pedro del Pinatar (Murcia), con una isla en el mar menor, conocida como "La isla de la Baronesa". Y otra rama por ascenso matrimonial, caso con una Dadda, siendo Principe Pío de Saboya, y formando parte del séquito de D. Amadeo de Saboya, cuando aceptó ser rey de España, entre otros...
    Me gustaría que me indicaras si se trata de algún pariente de los Falcó de Belaochaga que camparon por mi pueblo. Gracias.

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